Porque, a pesar de lo que muchas críticas han dicho, no es un Píxar menor y, al margen de los hallazgos técnicos propios de la casa y a los que ya nos tiene tan acostumbrados que casi los damos por hecho, ofrece una interesante variación del conflicto entre madres e hijas, que tanto juego ha dado en la literatura infantil y juvenil.
Completamente de acuerdo con cada palabra. Saludos.
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